Las exposiciones de Hemoglozine

Os daría los buenos días, pero de buenos no es que tengan mucho por aquí. La tradicional sequedad de Ciudad Real brilla hoy por su ausencia, y una lluvia más propia de mis tierras natales que de La Mancha baña las calles, amenazando el desarrollo satisfactorio de la Zombie Walk CR. Tal vez para compensarlo, los organizadores del festival han anunciado hoy que el precio de la sesión de cine de esta tarde, con el estreno de El último caballero y el pase de [·REC]³, se ha reducido a 2,5 euros.

Mientras ponderáis el interés de una oferta así, dejadme que os ponga algunas fotos correspondientes a las exposiciones de efectos especiales de Santiago Gijón y de los libros y cómics de terror de la Biblioteca de Ciudad Real, que tuve el placer de visitar ayer por la mañana.

Siendo interesante el muestrario de obras de Gijón, no lo era menos el breve texto explicativo sobre su carrera que acompañaba la muestra, en el que el artista confesaba que entre sus influencias más tempranas estaban no sólo las perlas más granadas de la filmografía de Tim Burton (Batman, Batman vuelve, Bitelchús y Eduardo Manostijeras), sino también filmes como Toy Story, Señora Dobtfire y, sobre todo, Pequeños guerreros: saber que el responsable del espectacular acabado de los infectados y las muertes de [·REC] comparte conmigo el amor por esa gamberra película de Joe Dante me hace sonreír, pensando que somos como miembros de una hermandad secreta que sabe apreciar algo que muchos otros ignoran.

Tampoco le faltaba interés a la exposición de lo más granado en materia de terror del fondo documental de la Biblioteca, que abarca joyitas como La Cosa del Pantano de Alan Moore, el agobiante manga Dragon Head, o la continuación en cómic de Buffy Cazavampiros. Lo bueno de esta muestra es que todavía continúa hasta el 6 de noviembre; lo mejor, que los ciudadrealeños podéis disfrutar de estas obras haciéndoos socios de la Biblioteca en cualquier momento del resto del año.

Y con esto os dejo. Parece que por fin escampa, o tal vez las nubes descansan un momento antes de volver a descargar con furia sobre la ciudad. Espero que tengan piedad de la Zombie Walk. Sea como sea, por allí estaré.