Ya que se acerca mi festividad extranjera favorita de todo el año, voy a pisarle un poquito al acelerador con esto de las entradas; no mucho, no vaya a ser que derrape en la curva, pero sí un poco. Que no vuelva a pillarme la perrería y la depre dejando esto hecho un erial, por Dios.
Hoy os traigo una peli que estuve a punto de ver en cine durante aquel lejano 2007 en el que La Página Negra vino al mundo, y que he tardado ocho años en calzarme pese a disponer de una copia merced a un segurata amable con el que trabé amistad en aquellos tiempos ibicencos. La verdad, no sé si será por la larga espera y la expectación asociada, o porque he cambiado en estos ocho años, pero el resultado final… no ha sido para echar cohetes. Ni siquiera uno pequeñito.
¿Y dónde dices que me han legado una herencia?
En la granja de la muerte/Ia, ia, o.