¿Disfrutasteis del reciente Día de San Valentín? Espero que obedecierais mi recomendación de evitar cierta película como si transmitiera hongos del pie con sólo verla. De paso, también espero que pasaseis el día en buena compañía. ¿Y yo? Yo lo pasé con mis amigos, dirigiendo una partida a Superhéroes INC que acabó con los protagonistas huyendo en un trineo de Papá Noel creado con un hechizo de ilusión y disfrazados de un ex superhombre nazi y dos de sus asociados; mejor que no preguntéis el porqué.
Y aquí estoy de nuevo para volveros a hablar del Golgo 13 occidental, el señor 47, y de la “verdadera” secuela a Hitman 2: Silent Assassin. Tras el curioso interludio que supuso Contracts, es hora de que el asesino clónico de reluciente calva añada nuevos trucos a su amplia lista de artes de infiltración y muerte, y nuevos nombres a su lista de víctimas eliminadas con fría profesionalidad. Todo esto, y algunas cosas más, es lo que nos ofrece Hitman: Blood Money.
Alguien sigue tus pasos, 47, y no para pedirte un autógrafo
La próxima vez que una misión me obligue a disfrazarme de personaje de dibujos animados, pido un extra por obligarme a rebajar mi dignidad.